jueves, 14 de octubre de 2010

Esta carta tomeina do blog Kabila


Señorías:

Diríxome a vostedes co fin de facerlles patente a miña preocupación por algo que por enésima vez, rexeitaron no Congreso.

Ao parecer, esta semana van aprobar cambios sobre a LOREX (Lei Orgánica do Réxime Electoral Xeneral de 1985), modificacións ás que non nego a súa importancia, pero que, con todo, esquecen o que debería achegarnos a un principio democrático por excelencia, o de: "unha persoa, un voto".

Aproximarse a ese principio debería ser para vostedes -representantes do pobo- unha obrigación ética, se é que, como supoño, cren vostedes na democracia.

O feito de que queiran manter a falta de proporcionalidade e as disfuncións na asignación de escanos aos distintos grupos políticos que se presentan ás eleccións, non di moito no seu favor e si dos seus propios intereses partidistas, creando desconfianza na opinión pública que, como vostedes saben, non teñen á clase política, precisamente, moi ben valorada.

Como se pode entender que se manteña esa falsa proporcionalidade que fai que algúns partidos políticos necesiten uns 66.000 votos para obter un deputado e outro (o caso extremo de EU/ICV) necesite case 500.000? Seica lles parece democrática unha lei que fai que un voto duns partidos valla sete veces máis do que vale o voto doutro?

Como vostedes ben saben, o ideal para corrixir este defecto sería cambiar a circunscrición electoral, pero esta está recollida na Constitución e non parece que vostedes estean dispostos a cambiala. Con todo, hai outras fórmulas que permiten, se non unha proporcionalidade total, que haxa unha aproximación moito maior sen modificar a Constitución. De feito una das fórmulas sería a que, a petición do goberno, suxeriu o Consello de Estado. Recomendación que vostedes rexeitaron.

Non é lícito que quen ten o dereito de defender os principios democráticos elementais se opoñan a que a proporcionalidade de "unha persoa, un voto" se poida conseguir. Non hai ningunha razón, salvo a dos seus intereses partidistas para que non se acepte a reforma que aconsellou o Consello de Estado. Así é que aínda están a tempo, basta que se poñan de acordo e sexan capaces de antepor unha representación xusta aos seus propios intereses.

Se o fan, como cidadanía darémonos conta de que cumpren coa súa obriga. Porque, señorías, para que sexan democráticos os acordos que vostedes toman, o primeiro que debería ocorrer, é que a representación da vontade popular fose o máis fiel posible aos votos que emite. Hoxe non é así. Nas súas mans queda rectificar algo que parece tan obvio.

Saude e República


Versión en Castelán


Señorías:

Me dirijo a ustedes con el fin de hacerles patente mi preocupación por algo que por enésima vez, han rechazado en el Congreso.

Al parecer, esta semana van a aprobar cambios sobre la LOREG (Ley Orgánica del Régimen Electoral General de 1985), modificaciones a las que no niego su importancia, pero que, sin embargo, olvidan lo que debería acercarnos a un principio democrático por excelencia, el de: “una persona, un voto”.

Aproximarse a ese principio debería ser para ustedes –representantes del pueblo— una obligación ética, si es que, como supongo, creen ustedes en la democracia.

El hecho de que quieran mantener la falta de proporcionalidad y las disfunciones en la asignación de escaños a los distintos grupos políticos que se presentan a las elecciones, no dice mucho en su favor y sí de sus propios intereses partidistas, creando desconfianza en la opinión pública que, como ustedes saben, no tienen a la clase política, precisamente, muy bien valorada.

¿Cómo se puede entender que se mantenga esa falsa proporcionalidad que hace que algunos partidos políticos necesiten unos 66.000 votos para obtener un diputado y otro (el caso extremo de IU/ICV) necesite casi 500.000? ¿Acaso les parece democrática una ley que hace que un voto de unos partidos valga siete veces más de lo que vale el voto de otro?

Como ustedes bien saben, lo ideal para corregir este defecto sería cambiar la circunscripción electoral, pero ésta está recogida en la Constitución y no parece que ustedes estén dispuestos a cambiarla. Sin embargo, hay otras fórmulas que permiten, si no una proporcionalidad total, que haya una aproximación mucho mayor sin modificar la Constitución. De hecho una de las fórmulas sería la que, a petición del gobierno, ha sugerido el Consejo de Estado. Recomendación que ustedes han rechazado.

No es lícito que quien tiene el derecho de defender los principios democráticos elementales se opongan a que la proporcionalidad de “una persona, un voto” se pueda conseguir. No hay ninguna razón, salvo la de sus intereses partidistas para que no se acepte la reforma que ha aconsejado el Consejo de Estado. Así es que todavía están a tiempo, Basta que se pongan de acuerdo y sean capaces de anteponer una representación justa a sus propios intereses.

Si lo hacen, como ciudadanía nos daremos cuenta de que cumplen con su obligación. Porque, señorías, para que sean democráticos los acuerdos que ustedes toman, lo primero que debería ocurrir, es que la representación de la voluntad popular fuera lo más fiel posible a los votos que emite. Hoy no es así. En sus manos queda rectificar algo que parece tan obvio.

Salud y República


9 comentarios:

Txema dijo...

En galego o en castelán estos hacen oídos sordos. Pero está bien que sepan que existimos.

bicos

Felipe Medina dijo...

Te dejo el mismo comentario que en Kabila

"Excelente carta que,por desgracia, sólo sera eso:una carta de alguien que reclama igualdad en la representación de la ciudadanía.

A pesar de que el Consejo de Estado reclame una ley más justa que lleve a incorporar el principio de mocrático:un hombre,un voto,las dos grandes formaciones políticas harán oidos sordos porque no interesa a sus intereses políticos,por lo que debemos decir alto y claro que vivimos en una democracia imperfecta porque la representación ciudadana es injusta,carece de los más elementales principios básicos y no se ajusta al pensamiento de los ciudadanos.


Bicos

mariajesusparadela dijo...

Esixir o mesmo valor para cada voto é o menos que podemos facer.

Juan Carlos dijo...

¡Uy! Hacer cambios para aumentar la democracia ¡qué dices! ¡anatema! ¡pecadenta!...
Largo se fían esos cambios, a los grandes no interesa, los nacionalistas están a gusto y los pequeños... ¡que se j...!
Salu2

mariajesusparadela dijo...

Os políticos non merecen esa foto que puxeches na cabeceira.
¡QUÉ FERMOSOS CABALOS!

ARO dijo...

Lo que se reclama en esa carta sería lo justo, pero los intereses electoralistas de los grandes partidos no permitirán llevarlo adelante. Sin duda.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Qué asquito, Dilaida...

Me centro en lo hermoso: esos dos caballos. Es domingo y no deseo empezarlo con disgustos.

Un beso.

Chousa da Alcandra dijo...

Proporcionalidade e listas abertas!

(Concordo con Mª Jesús: Os cabalos son macanudos!)

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Dilaida:

Negando el simple principio matemático, algunos ganan perdiendo. y cuando no ganan empatan.

Gracias por visitarme.

abrazos.